Durante los días 5 y 6 de febrero he participado, como profesora, en uno de los fines de semana más intensos de prácticas que se realizan en el Máster de Medicina Estética Avanzada de la Universidad CEU de Valencia. En esta ocasión terminamos uno de los módulos de facial en el que he disfrutado mucho compartiendo mi conocimiento y experiencia, de más de 20 años, con todos los asistentes.
Es muy gratificante ver como ahora, los alumnos que asistieron, están ansiosos por comenzar a poner en marcha todo lo aprendido. Cada uno de ellos ha podido comprobar en primera persona que la MEDICINA ESTÉTICA NO ES ALGO BALADÍ, es necesario mucho conocimiento, aprendizaje, esfuerzo y experiencia para hacerlo bien.
Estoy feliz porque he observado que a muchos de ellos les apasiona la Medicina Estética tanto como a mí y de esta forma consigo uno de mis objetivos: que Médicos de todas las especialidades vean la Medicina Estética como algo respetable y sean capaces de apreciar lo que en mis inicios fue despreciado (por puro desconocimiento ) por gran parte de nuestros compañeros.
En estos meses de trabajo duro y prácticas con los pacientes todos los alumnos han podido comprobar cómo la medicina estética puede ayudar a las personas a aumentar su autoestima, mejorar su calidad de vida y en definitiva, hacerlas más felices, que es una parte importante de nuestra misión como médicos y humanistas.
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