Hoy os voy a hablar de la maravillosa Fontana di Trevi la fuente más monumental de Roma y una de las más hermosas de todo el mundo. Para conocer más a fondo su historia debemos remontarnos a los tiempos del emperador Augusto: Cuenta la leyenda que una misteriosa doncella le indicó al general Agripa el lugar en el que se encontraba el manantial, en las afueras de Roma. Para traer el agua a la ciudad, Agripa construyó un acueducto (terminado el año 19 a.C.), que en honor de la doncella se llamó Acqua Virgo.
La monumental fuente que hoy admiramos fue construida en el siglo XVIII por Nicola Salvi, que sorprendió a todos con este diseño asombroso. Los trabajos para su construcción se prolongaron durante 30 años y acabaron arruinando la escasa salud de Salvi, que murió sin poder acometer otros proyectos y sin ver terminada su hermosa fontana.
Una de las características que más sorprenden de la Fontana di Trevi es el contraste entre la monumentalidad de la fuente y la estrechez de la plaza en la que se encuentra. Realmente causa sorpresa caminar entre callejuelas y aparecer de pronto ante semejante maravilla.
Yo os dejo mi foto, lanzando una moneda como es tradicional ¡para pedir mi deseo!