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Beber de  2 a 2,5 litros de agua al día.

Hay  que hidratarse, para compensar la transpiración que refresca nuestro cuerpo, la pérdida de líquido con la actividad física y el ejercicio y mantener hidratada nuestra piel.

Si tomamos alcohol o helados siempre añadir 1 vaso de agua

El alcohol y el azúcar deshidratan nuestro organismo, por lo que si nos tomamos  una copa o un helado hay que compensarlo tomando un vaso de agua .

Aplicar cremas hidratantes por la mañana y por la noche

No sólo hidratamos la piel cuando bebemos agua si no cuando  aplicamos cremas específicas, por la mañana, van a mantener la hidratación de nuestra piel  y por la noche van a recuperar la hidratación de la  piel.

Al salir del agua del mar o piscina, enjuagar la cara y poner crema

El agua del mar por su alto contenido en sal y la de las piscinas por su alto contenido en cloro, son agentes que agreden e irritan la piel, por lo que tras el baño es necesario aclarar la piel de la cara con agua corriente y aplicar una crema hidratante y/o reparadora.

Aplicar Fotoprotector solar después de tu crema habitual

Los fotoprotectores NO  hidratan la piel, SOLO la protegen del sol, por lo que si queremos tener nuestra piel hidratada y protegida, aplicaremos primero nuestra crema habitual (para hidratar y reparar) y después el Fotoprotector solar, no menos de  30 aunque estemos morenos.

Evitar el sol directo entre las 12 de la mañana y las 17:00 de la tarde

Son las horas de mayor incidencia solar y pequeños periodos de exposición, aún con fotoprotector van lesionar nuestra piel, por lo que mejor evitar la exposición directa en esa franja horaria.

Evita quedarte dormido al sol

Si te quedas dormido al sol, no sólo lesionarás tu piel si no que aumentas el riesgo de insolación, ya que, según lo cansado que estés, puedes permanecer varias horas al sol directo, sin darte cuenta de su intensidad, ni de las señales habituales de calor, dolor, sudor, con el consiguiente riesgo de quemaduras graves, deshidratación e insolación.

Usa gafas de sol y visera en las horas de mayor incidencia solar.

Las gafas de sol, evitarán las arrugas de expresión debidas al exceso de sol y  la aparición de cataratas. La visera o gorra, evitará que el sol impacte directamente en la piel del rostro en esas horas centrales del día, potenciando el efecto del fotoprotector solar.

 

Al volver de las vacaciones hay que valorar el estado de la piel, ver los estragos causados  y poner las pautas necesarias para reparar nuestra piel. 

Para ello puedes consultarnos, estaremos encantadas de atenderte personalmente !! 

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