Hoy os escribo para hablaros del verano y de cómo es posible disfrutar de él estando informados y llevando a cabo buenas prácticas, sin riesgos.

Durante los meses de verano es habitual alcanzar unas temperaturas superiores a 30º C durante el día, incluso en días muy calurosos se pueden rebasar los 36º C, que es la temperatura de nuestro organismo. Esta situación hace que aumente la sudoración, la transpiración, y por tanto, se propicia la pérdida de agua y electrolitos. Especialmente en niños y gente mayor. La consecuencia más inmediata es la deshidratación. La persona se siente ligeramente confusa, apática, y puede llegar a sufrir un colapso o shock hipo-volémico.

Para evitar estas situaciones solo debemos tener precaución y tener en cuenta los siguientes consejos:

Vestir con ropa clara, especialmente blanca. El blanco es el color que más repele el sol y nos carga de energía positiva. Naturalmente es preferible la ropa de algodón y los tejidos que transpiren muy bien. Además de añadir siempre un sombrero, gorra o pamela, a nuestro look.
Evitar salir a la calle , a la playa o al monte en las horas pico de calor, como son las del medio día. Y es necesario hacerlo siempre por la sombra.

Aumentar el consumo de líquidos en general, agua y jugos naturales e ingerirlos con frecuencia. También nos puede ayudar mucho las frutas ricas en agua como la sandía, el melón la piña, el mango…Y serán nuestros aliados en la mesa los platos como gazpacho, salmorejo, sopa fría de calabacín, pepino, vichyssoise. Además, un postre muy refrescante es preparar yogur natural batido con hojas frescas de menta o hierbabuena, meterlo media horita al congelador y servir.

No beber alcohol ni excitantes porque van a ayudar a subir la temperatura corporal. Adaptarse a la temperatura gradualmente.

Cuidado con los refrescos gaseosos con azúcares varios. Yo no los puedo aconsejar y además, discrepo con el bombardeo mediático de este tipo de productos que potencian el consumo de estas bebidas tan poco saludables. Preferiblemente, recurran a la «limonada alcalina». Es muy fácil de preparar:

«1 litro de agua, 4 cucharadas soperas de azúcar de caña o miel, una pizca de sal, una pizca de bicarbonato y zumo de limón recién exprimido a gusto. Lo ponen a refrescar y pueden ir bebiéndolo a lo largo del día. Es ideal para rehidratarse en los días de mayor calor. Aporta agua, electrolitos (sodio, potasio) y bicarbonato para evitar la acidificación».

Además debemos prestar especial atención al «golpe de calor» o insolación. Es un transtorno grave que se presenta cuando el organismo no alcanza a disipar más calor que el que genera y la temperatura corporal supera los 40º C, afectando a muchos órganos, especialmente el cerebro (encefalopatía) o los riñones (fracaso renal). Se acompaña de sudoración, cefalea (dolor de cabeza), confusión, delirio. Puede llegar al estado de coma . Los niños y personas mayores tienen la piel más fina y suelen ser más propensos.

La prevención es lógica. No exponerse al calor y tomar las precauciones adecuadas respecto a hidratación, alimentación y ropa adecuada. No hacer ejercicio intenso en estas condiciones y especiales recomendaciones a las personas que tienen que trabajar en estas condiciones. Lo mejor esdescansar en las horas de máximo calor, ponerse a la sombra, refrescarse e hidratarse adecuadamente. También hay algunos medicamentos que pueden favorecer estados de deshidratación como los diuréticos u otros antihiertensivos que disminuyen la transpiración.

En resumen, comer alimentos ligeros, evitar las comidas copiosas, con grasas, alcohol y estimulantes. Usar abanico, buscar la sombra, y nuestra gran aliada: «la siesta». Es el mecanismo preventivo más importante para evitar los golpes de calor.

¡Y os dejo con una divertida y apetitosa selección de personajes de fantasía creados con frutas y verduras!

¡DISFRUTAR DEL VERANO DE FORMA RESPONSABLE!

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